#Apreciaciones: El peligro de estar cuerda – Rosa Montero

Desde hace un año y 14 días que no realizaba publicaciones en este blog. 

En 2022 sobró de todo menos tiempo, fue más un viaje largo por una calle chueca. Puede ser que no quisiera encontrar el tiempo y el espacio para resumir lo mejor (o peor) de los libros que leí, o puede ser que, ningún libro me cautivó lo suficiente como para sentarme algunas horas a divagar y trascribir, lo que mi mente quiso entender acerca de las historias que los autores quisieron contar. 

¡Ya yo ya! diría Kiria.

Pues bueno, resulta que pasó lo mismo que con regularidad pasa, un buen libro me encontró, nos conocimos y nos dimos la oportunidad de compartir algunas horas. 

El nombre de la criatura: “El peligro de estar cuerda”. “La madre”: Rosa Montero

Normalmente, en este punto de mis apreciaciones reseñaría los datos más obvios de la vida de la autora, pero, normalmente me canso de hacer lo mismo, así que esta vez incluiré sin mayor demora la frase, que, a mi parecer, resume mejor el libro (y la existencia):

La vida es una constante reescritura del ayer. Una deconstrucción de la niñez

Rosa Montero, El peligro de estar cuerda, 2022. 

¿No es una locura que desperdiciemos 50, 60 o más años de nuestras vidas tratando de dar sentido a lo que pasó en los primeros 12? Sí, es muy loco, así como también lo es que una persona, en su testaruda convicción de hacer lo que le dé la gana, utilice una parte de esos 50, 60 o más años en poner sobre papel las cosas sobre las que fantasea mientras camina, duerme o finge escuchar a otros contando sus aburridas historias de fin de semana. 

Pero ya que el párrafo anterior se tornó monotemático, no queda más que ampliarlo un poco más con esta interrogante ¿Está más loco quien utiliza una parte de esos 50, 60 o más años en poner sobre papel las cosas sobre las que fantasea mientras camina y duerme o quien dedica horas a la lectura de tremendas locuras ajenas? Cada loco con su tema.

Como diría la misma Rosa Montero “… Siempre supe que había algo que no funcionaba bien dentro de mi cabeza…” Menciono esa frase porque soy parte de esos locos que muy de vez en cuando se atreven a poner en papel (o en un blog) las locuras que pasan por sus cabezas, inspirado en las locuras de otros y proyectadas en las suyas. Pero si no fuera suficiente, también soy parte de esos locos que dedican horas a leer las tremendas locuras ajenas, sin un fin cuerdo.

Tanta locura no es casualidad, aunque el título “El peligro de estar cuerda” podría augurar la temática central, es impresionante la manera en la que la autora nos conduce a través de su supuesta locura, para presentarnos la locura de muchos otros, grandes artistas en su mayoría. Atiborra de la más rica colección de detalles biográficos muchas de las páginas, hasta el punto de que uno (muy inocente), llega a sospechar que su locura consiste en identificar los matices más tenues de la locura ajena, para finalmente, capa tras capa, desvelar su naturaleza, como mujer y escritora cuerda, locamente obsesionada con la vida de aquellos que en su locura encontraron la cura al tormentoso mal de crear arte. 

Sería mezquino de mi parte enfrascarme en la maniaca temática que ya todos notaron. Este libro, que resalto es una impecable enciclopedia de historias y sufrimientos extraordinarios, explora desde el otro lado de la acera, la insondable soledad de quien dedica su vida a crear expresiones de dolor y gloria, cuentos, poemas, pinturas, esculturas y ráfagas de exquisitez en noches oscuras. 

¿Es la soledad la fiel compañera del artista? ¿Acaso lo es de todos nosotros? 

Mientras escuchaba a Rosa – si la escuchaba – narrar entre risas, pausas y entonaciones exageradas, las historias más irreales de grandes y reales artistas, no dejaba de pensar en aquella película que vi hace un par de años “La soledad de los números primos”, asocié su obvia lejanía con los similares, el desafío de ver rosa, lo que es azul y azul lo que es rojo, el desconsuelo de sentir liviana la vasija que rebosa de agua, de escupir millones de palabras en clave que pocos descifran y de ignorar el sentimiento de quien sufre en silencio. Asocié estas dos obras, tal vez, porque no tienen nada que ver una y otra o porque tienen todo que ver, eso depende del ojo de quien las vea.

Ahora, saliendo un poco de la temática, porque no pretendo hacer un resumen mediocre sobre un libro que por sí solo puede fascinar a cualquiera, me gusta pensar que los libros cuentan tres historias; la obvia, la que el autor quiso contar, y la que el lector quiso entender.

La historia obvia, es el vehículo que el escritor utiliza para dar contenido al libro: Se presenta la locura del alma y de la mente, como elemento casi omnipresente en la vida del artista. Las adicciones y la atrofia creativa. El sufrimiento, originado casi siempre por un amor germinado a la fuerza. Y algunos otros males más o menos conocidos. 

La historia que el autor quiso contar: Con la mayor testarudez uno podría intentar descifrar la historia contada por el autor (asumiendo que se descubre la verdadera historia). Pero, es mejor que sea la misma autora quién lo cuente: 

Me siento desde luego rara pero encantada de mi rareza, he llegado a la clarísima conclusión de que la normalidad no existe y que los raros somos los normales- dirá Montero al final de todo-. Así que lo que uno tiene que hacer es buscar su propia manada de raros, los raros que sean más afines con uno

Entrevista a Rosa Montero, Patricia Kolesnicov, Infobae, 2022. 

Podría uno asumir que la autora desea, a partir de la lectura de este libro, que encontremos a nuestra propia manada de locos, a fines a nuestros intereses. O tal vez, solo quería acercarse más a su propia manada de raros, solo Rosa nos lo podría decir. 

La historia que el lector quiso entender: Cada uno entenderá lo que quiera o pueda entender partiendo de su realidad y de su historia. Personalmente, quise entender que existe mucho parecido entre nuestras diferencias, que buscamos la sensatez, muchas veces a costa de evitar el mínimo roce con la inexplorada locura que todos cargamos.

Para finalizar, dos aclaraciones: 

1. Mencioné que escuché a Rosa Montero narrar entre risas, pausas y entonaciones exageradas, las historias más irreales de grandes y reales artistas. Pues bien, en efecto la escuché. Y no podría existir mejor manera de descubrir a una escritora que escucharla hablar de su criatura, tal cual madre orgullosa. Utilicé el App Podimo. Enlace Acá ***Este NO es un post promocionado ***
2. Si bien, el libro explora los trastornos mentales, el suicidio y otros temas sensibles, lo hace desde una estricta posición de respeto, no juzga a la víctima y jamás celebra al victimario, tan solo exalta los productos artísticos de personas comunes, con vidas extraordinarias. 

El libro es sencillamente fascinante, no para obsesionarse con sus detalles, pero si para deleitarse con la amplitud de éstos. 

Rosa Montero es una escritora y periodista española, la mejor forma de conocerla es leyéndola.

PD: