Si encerrar a un hombre en un presidio es como cortarle las alas a un colibrí, encerrar a un hombre inocente es tan cruel como ahogar a un niño en los brazos de su propia madre.
Los símbolos jamás son inocentes
Si encerrar a un hombre en un presidio es como cortarle las alas a un colibrí, encerrar a un hombre inocente es tan cruel como ahogar a un niño en los brazos de su propia madre.